El branding es la base de una buena estrategia de ventas, ya que te dice quién es tu mercado meta y cómo presentar tus productos. Cuando tienen que tomar una decisión, los clientes generalmente descartan productos que no llenan sus expectativas.
Fortalecer la marca de tu negocio, le añade energía a tu propuesta de ventas. El branding es la suma de todo lo que haces, y la experiencia que creas para los consumidores. Las personas te comprarán más si creen en los valores de tu marca y confían en que fabricas buenos productos.
A diferencia de las grandes empresas, no tienes que gastar muchísimo dinero para construir lealtad. El buen branding se trata acerca de cumplir tus promesas. Como dueño de una pequeña empresa, tienes la ventaja de conocer a tus clientes directamente.
Si quieres que los clientes sigan regresando por más, te decimos cómo hacer branding para tu negocio, sin vaciar la alcancía.
Perfecciona la identidad de tu marca
Las empresas de todos los tamaños tienen éxito en el mismo mercado, porque sirven a distintas personas. Si le das una personalidad a tu negocio, atraerás a consumidores que comparten tus mismos valores. Completa un análisis FODA para descubrir qué es lo que hace que tu negocio sea único.
- Fortalezas: Crea una lista de los rasgos y habilidades que te dan una ventaja competitiva sobre otras empresas. ¿Cuentas con conocimientos especializados? ¿Materiales de alta calidad? ¿Métodos de producción amigables con el medio ambiente?
- Debilidades: Crea una lista de áreas en las que puedes mejorar y rasgos que te ponen en desventaja. ¿Tus precios son más altos que los de la competencia? ¿Tienes una menor selección de productos? ¿Tiempos de entrega más lentos? ¿Brechas de experiencia significativas? ¿Limitantes financieras?
- Oportunidades: Piensa en maneras en las que puedes usar tus fortalezas para crear una mejor experiencia de compra que la que ofrecen tus competidores. ¿Ofreces servicios que no están disponibles inmediatamente en tu área? ¿Ofreces mayor flexibilidad y conveniencia?
- Amenazas: Crea una lista de los obstáculos que podrían evitar que alcanzaras los objetivos de tu negocio. Piensa en las tendencias de la industria o economía, que podrían llegar a afectar a tu empresa.
Diferentes clientes tienen distintas necesidades, así que no trates de ser el todo para todo el mundo. Los clientes no conectarán con tus productos si tu identidad de marca es demasiado amplia. En su lugar, enfatiza tus fortalezas y minimiza tus debilidades.
Los automóviles son el ejemplo perfecto. Ford es conocido por su innovación asequible. La marca apela a conductores prácticos, especialmente a los padres, que son los que más se preocupan por la seguridad y el valor duradero. Porsche satisface las necesidades de los buscadores de placer, que valoran el estatus por encima del espacio y la versatilidad.
Observa desde la perspectiva de tus clientes
No asumas que sabes lo que les interesa a tus clientes. Habla con ellos para conocer su perspectiva: lo que ellos piensan que estás haciendo bien, comparado con tus competidores. Usa un buyer persona para esbozar su comportamiento, y adapta tu marca en consecuencia. Un buyer persona es un perfil ficticio que representa al cliente ideal de una empresa y a un nicho o grupo base de clientes. Obtén tanta información como puedas de varias fuentes, como:
- Entrevistas
- Encuestas
- Datos de ventas
- Investigaciones
- Sitios web de competidores
Si no trabajas solo, más personas están involucradas en crear una buena experiencia. Además de entrevistar a clientes frecuentes, habla con tu equipo de ventas, los administradores y personas que no sean tus clientes. Tus colaboradores tienen datos clave acerca de los obstáculos más comunes que se interponen en una venta. Y mientras que es difícil escuchar feedback negativo, las personas que no elijen a tu negocio pueden darte datos interesantes respecto a lo que aleja a tus clientes.
Diseña tus mensajes de marca pensando en tus compradores
Buenos buyer personas o perfiles de clientes, hacen que sea fácil relacionarte con tus consumidores. Deben responder a preguntas clave acerca de los compradores.
- ¿Cuál es la edad del cliente? ¿Género? ¿Ocupación?
- ¿Qué problemas enfrenta el cliente?
- ¿Qué lo motiva a buscar una solución?
- ¿Qué emociones experimenta el cliente al usar un producto específico?
- ¿Qué características son las más relevantes en la experiencia del consumidor?
- ¿Cómo se relacionan los antecedentes y experiencias del consumidor con sus decisiones de compra?
Puedes tener personas múltiples para representar a diferentes grupos de clientes, pero cada perfil debe mostrar una imagen clara del consumidor.
Crea una imagen visual consistente
Una imagen visual consistente hace que tu marca sea amigable y fácil de recordar. Usa los resultados de tu investigación para diseñar un logo y un slogan con los que tus clientes se identifiquen fácilmente. Un buen logo puede transmitir emociones incluso sin usar palabras, y los clientes sienten una conexión cada vez que lo ven.
Haz una lista de colores, palabras y símbolos que se relacionen con los valores de tu marca. Si pones atención al logo de Pinterest, el color rojo brillante evoca osadía y modernidad. La letra “P” dentro de un círculo es clara y simple. La “P” también termina en un punto, para representar el guardar ideas en un tablero digital, como si lo hicieras en un tablero físico con una tachuela. Si tu logo solamente incluye el nombre de tu empresa, intenta elegir una tipografía única. Piensa en las letras únicas de Nintendo y Virgin Group.
Ya sea que tu objetivo sea crear un logo por ti mismo o trabajar con un profesional, el diseño debe ser fácil de imprimir en una gran variedad de artículos. Coloca los mismos elementos visuales en tu sitio web, instalaciones, uniformes y materiales de mercadotecnia. Los clientes tienen reacciones fuertes hacia las marcas, así que colocar pautas visuales en todos lados, aumenta la confianza y el reconocimiento. Y los clientes a los que les gusta tu marca serán más receptivos a tu publicidad.
Desarrolla un lenguaje de marca
Las frases memorables, los logotipos y nombres de marca registrados, te hacen destacar de entre la competencia. Es muy probable que recuerdes cientos de slogans y jingles pegadizos de tu infancia. Yendo más allá, cuando inventas el nombre de un proceso o tipo de producto, todos lo asocian con tu marca. Por siempre. Existen muchos tipos de buscadores, pero los usuarios de Internet colectivamente piensan en toda la actividad de búsqueda en línea como “Googolear”.
Si tienes distintos productos, crea nombres serie para darles uniformidad. Los nombres de marca son útiles para productos, equipo o métodos únicos. Imagina a un limpiador de alfombras que desarrolla una solución única de limpieza. Los clientes saben que solamente pueden obtener esta solución de una empresa. La lealtad aumenta, y el negocio gana recomendaciones positivas que atraen a nuevos clientes.
Usa las redes sociales para expandir tu alcance
Aun sin marcas registradas, puedes construir tu marca al difundir frases características en línea. La experta en reclutamiento Liz Ryan popularizó el término “currículum de voz humana” o «human-voiced resume» en inglés, al convertirlo en un hashtag de Twitter. Ryan consistentemente usa su lenguaje de marca en blogs, comentarios, títulos de fotos y posts de redes sociales. Con el tiempo, esta simple repetición motiva a tus clientes a adoptar tu terminología.
El lenguaje de marca también aumenta tu credibilidad, ya que te identifica como un experto. Sé consistente en toda tu comunicación, usando frases de marca cada vez que sea posible. Crea conexiones con tus clientes de maneras significativas. Responde a sus preguntas. Escucha sus quejas y ofrece soluciones. Brinda consejos de manera voluntaria respecto a problemas relevantes, o comparte contenido divertido. Las personas disfrutan de intercambios auténticos, así que ser amable y amistoso puede aumentar tu audiencia. Sin mencionar que lograr que más personas busquen frases que son parte de tu lenguaje de marca, resulta en mayor tráfico dirigido hacia tu sitio web.
Actualiza, Actualiza, Actualiza
El branding de tu empresa no tiene que ser costoso, pero sí involucra una gran inversión de tiempo. Uno de los mayores errores que puedes cometer es ignorar la gestión de tu marca una vez que hiciste el trabajo inicial. Las necesidades de los consumidores y de la industria siempre están cambiando.
Para mantenerte relevante, sigue evaluando a tu negocio, para identificar a tiempo nuevas amenazas y oportunidades.
Mejora tu visibilidad en tantos lugares como sea posible. No es suficiente tener un sitio web estático, o un perfil de redes sociales. Crea una gran variedad de puntos de contacto para que los clientes puedan encontrarte. Y por sobre todas las cosas, asegúrate de que cada interacción sea positiva y memorable.
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